lunes, 4 de marzo de 2013

Crisis en España: VIVE


Emigración, separación, divorcio, crisis, nueva vida.

La vida no es lo que nos contaron o creímos que tenía que ser. La primera vez que te das de bruces contra esta inapelable verdad es cuando te separas  o divorcias, que ahora se hace todo junto. Cuando te enfrentas con esto por primera vez en tu vida,  antes de la más o menos difícil separación, ha habido un proceso de más o menos años de sufrimiento. Primero la negación. No, esto no me puede pasar nunca a mi, deben de haber otras explicaciones a lo que estoy sintiendo. Quizás si me esfuerzo más. Si el otro/a se esforzara más. Bueno, esto es una mala racha, pasará. Y si no pasa? No, seguro que pasará. Que si es su culpa, que si es la mía. Y así nos vamos engañando, intentando evitar la temida y desconocida situación a la que irremediablemente estamos abocados. Ese día llega. Te ves haciendo la maleta y encaminándote a un destino incierto.

Desde que naces te preparan para que algún día te cases, tengas familia, etc. Nadie se molestó en prepararte para la separación, eso es algo que se suponía que no tendría que pasar. Pero la realidad no entiende de suposiciones ni de lo que tendría que ser, simplemente “es lo que es, como es y cuando es”.

El vacío, la nada, el desierto, la rabia, la impotencia, la tristeza y el dolor se apoderan de cada poro de tu piel y, posiblemente, esto te acompañará durante algún tiempo.  A partir de ahí, todo son preguntas y muy pocas respuestas. Las respuestas irán llegando con el tiempo, incluso, aparecerán respuestas que nunca tuvieron pregunta.

Normalmente, por el camino de la separación y el divorcio habrás perdido amigos, mucho dinero, estabilidad económica, tiempo con tus hijos, rituales familiares, etc. Sin embargo, también empiezas a sorprenderte muy positivamente cuando, después de esa “crisis”, descubres todo un mundo de posibilidades y realidades nuevas para ti. Vuelves a tener nuevos amigos/as, ganas de divertirte, tiempo para ti, proyectos, una vitalidad nueva o renovada, renuevas ilusiones, casi todos rejuvenecemos un poco y la experiencia vivida nos aporta una madurez con la que disfrutar la vida, de otra manera, si, pero de nuevo recuperamos la capacidad de disfrutar y a veces, la mayoría, mucho más que antes.

Una nueva vida ha empezado. Y al mirar atrás y recordar nuestros miedos ante la separación, casi todos decimos, ojalá lo hubiera hecho antes.

Este mismo proceso es el que sigue el emigrante. Primero negación, no puede ser, en España no puede estar ocurriendo esto. Si me esfuerzo. Si se esforzaran. Y si? No, no puede ser. Yo soy el culpable. Ellos son los culpables. Pero la realidad es tozuda y se pone delante todos los días. Un periodo largo,  ciego y angustioso en la precariedad y el desánimo es la antesala de la emigración.

Si crees que puedes conservar tu empleo y vivir dignamente con los tuyos, no dejes la magnífica luz de nuestro país y sigue luchando por hacerle la vida menos cómoda a los corruptos y psicópatas que desean sangrar el país. Pero si a tu cabeza y a tu corazón llega el desánimo y la sombra negra del "no puedo más", simplemente haz la maleta y llévate en ella sólo lo que te quepa y coge de la mano a quién te acompañe o vete solo/a. No te detengas, te aseguro que con el tiempo dirás "ojalá lo hubiera hecho antes"

Afortunadamente la vida es tuya, nadie te la puede quitar, úsala y VIVE.

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